Hay que aprender
a conocer el amor,
no confundir el amor
con la hoja seca de amor
que cae al pie del amor.
Hay que aprender
a no esperar del amor,
pero en empeños de amor
hacer brotar el amor
de la paciencia el amor.
Hay que aprender
a recoger el amor,
desmenuzar el amor,
no hacer altares de amor,
bajar al suelo el amor.
Hay que aprender
a madurar el amor,
dejar volar el amor
y que respire el amor,
todo el amor del amor.
No tiene rostro,
no tiene altura,
no puede ser llevado de la mano,
no tiene calma,
no tiene anchura,
no puede ser armado ni comprado.