martes, 4 de diciembre de 2012

A las seis en punto



Dejó la escoba,
se lavó las manos, 
siguió cantando 
pero muy bajito, 
no se peinó, 
ni lavó los pisos, 
se quemó el pastel, 
se cambió el vestido. 


No leyó los diarios,
y cerró los libros 
si al final de cuentas 
siempre es lo mismo, 
apagó la radio, 
encendió las velas, 
y al llegar la noche 
se durmió contenta. 


Temprano en la mañana 
se levantó radiante, 
y escribió con dentífrico en el espejo del baño 
su nuevo apellido. 

Alzó la copa, 
la copa vacía 
y brindó con nadie, 
llena de alegría, 
le dijo un verso, 
un verso de Withman 
a la golondrina 
que paso de prisa, 
entre las cortinas 
se perdió bailando, 
intentó una mueca, 
termino llorando, 
tuvo mucho miedo 
pero fue muy lindo, 
a las seis en punto 
mi amiga tuvo un niño.